La ministra y la racionalización de los horarios
“Queremos que la jornada laboral en España acabe a las 18:00 horas y para ello impulsaremos un pacto con los representantes de empresas y trabajadores”. Lo afirmó la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, que compareció el lunes 12 de diciembre en la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados.
En ella anunció que el Ejecutivo buscará un pacto nacional para la conciliación y racionalización de horarios. Ya lo había avanzado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado mes de abril: propuso el cambio de huso horario para que España tenga el del meridiano de Greenwich como Portugal y Reino Unido y aumentar en diez días más los permisos de paternidad, medida que acaba de ser aprobada: los padres pasan de tener dos a cuatro semanas de baja por paternidad. Algo que quedó pendiente cuando España entró en la crisis económico-financiera. ¡Good news!
En estos días, tras la comparecencia de la ministra, son muchos los medios que me han llamado, me han hecho entrevistas por radio (minuto 50.18), y muchos otros medios de comunicación se han hecho eco de esta propuesta de la ministra, también en el extranjero, como The Guardian.
Estamos en un momento en que la sociedad española empieza a reaccionar, hay una mayor conciencia y debate sobre el tema. Pero una flor no hace primavera, y el cambio ha de ser orquestado, como se está intentando hacer en Cataluña (aquí podéis leerlo).
Racionalización de horarios: como fluido no newtoniano
Como escribí en este artículo que Cinco días publicó hace unos días:
“La racionalización de horarios reacciona como un fluido no newtoniano. Este tipo de fluidos funciona de la siguiente manera: si se imprime una fuerza pequeña sobre él, el fluido se mantiene líquido. Sin embargo, si se da un gran golpe, con toda la mano, el fluido se solidifica (…).
En el caso de la racionalización horaria, los expertos coincidimos en que el punto de inflexión para que el engranaje empiece a moverse es la vuelta a nuestro huso horario. Cambiar a Greenwich (no tocar la hora en marzo) es el mejor punto de arranque para posicionar horarios de colegios, de comida, anular la media-mañana, adelantar el prime time en la televisión, etc. No hay duda de que todos los cambios requerirán concienciación y empeño porque si no actuamos conjuntamente, el fluido seguirá líquido (…)
Como todo cambio de envergadura, ahora necesitamos dos cosas: un líder con poder que apoye la iniciativa y muchos líderes empresariales, familiares y sociales que hagan microcambios diarios y sean referentes de una mejor gestión del tiempo: más productiva, saludable y sostenible.”
Os invito a leer todo el artículo aquí.
Aquí tenéis El Debate de la 1 en TVE sobre el tema en el que participé hace un año junto a José Luis Casero, presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles; Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería; Cristina Almeida, especialista en Derecho de familia y laboral; y Alberto Arranz, vicepresidente de la Confederación Española de Comercio.