Independencia, solidez técnica y compromiso
Con motivo de su nombramiento como Copresidenta del Órgano Consultivo de Alto Nivel de la ONU sobre Inteligencia Artificial, nuestra socia Carme Artigas ha compartido experiencias y reflexiones con las socias de IWF: una asociación de la que está orgullosa de ser miembro, y a la que encuentra tiempo para apoyar a pesar de sus muchas responsabilidades.
Cuando miro hacia atrás veo que hemos cambiado el patrón de crecimiento de España.
La actual secretaria de Estado dice que, en 2020, cuando asumió su actual responsabilidad al frente de la SEDIA, la digitalización era “un folio en blanco”.
“Hemos visto a la digitalización vincularse a la economía como un proyecto transversal. España tenía listas las vías de ferrocarril construidas, nuestra potente red de comunicaciones, sobre la que construir dos nuevas infraestructuras: la del talento y la de la innovación, en cuyo desarrollo hemos enfocado nuestro proyecto. Con los fondos Next Generation, explica, hemos tenido, además, una oportunidad de hacer cambios de calado, al disponer de unos recursos que ningún gobierno había tenido jamás”.
Orgullosa y satisfecha de su gestión al frente de la SEDIA, la describe como una de sus experiencias más gratificantes. “La economía digital hoy la estimamos en un 23% teniendo en cuenta sus componentes directos e indirectos. Si fuese un sector vertical sería el segundo sector detrás de la construcción”. Pero, como la mujer líder que es, Artigas no se detiene en ese resultado, y quiere, “queremos”, porque ella siempre habla en plural, llegar al 40%, y para eso “necesitamos inyectar la IA en la industria,” afirma con contundencia.
Sobre su labor al frente del impulso de la IA en España, Artigas ha mencionado la puesta en marcha de la Agencia Española de la IA en La Coruña, el nuevo Sandbox de la IA, que permitirá experimentar con libertad, o el nuevo Centro de Neurotecnología en colaboración con la UAM, con figuras de la neurología como Rafael Yuste, José Carmona y Álvaro Pascual Leone.
Pero una de las cosas de las que está más orgullosa es la Carta de los Neuroderechos, primera en el mundo y que ahora inspira a tantos países. Un proyecto en el Europa estuvo sola hasta 2023 cuando llegó el “Momento Eureka del ChatGPT”, como ella lo describe, y el mundo entero se dio cuenta de “la urgencia de regular y garantizar, no solo los derechos humanos, como el derecho a la intimidad y a la libertad de expresión, sino la inclusión de nuevos derechos, como no ser discriminado por los algoritmos, o el derecho a recibir una opinión humana”.
El mensaje final de Artigas es que, para garantizarlos, el 6 de diciembre tenemos una oportunidad única de sacar adelante la aprobación del nuevo Reglamento de la IA ante el Parlamento Europeo. Un reglamento en el que el Consejo de la UE lleva tiempo trabajando con el que se definen los sistemas y entornos de alto riego, y que pone el acento en los usos, buenos o malos, de la IA, sin descuidar su transparencia sistémica, porque como Artigas repite: Un martillo sirve para clavar un clavo o para matar una persona. Por eso, debemos mirar, sobre todo, al uso que hacemos de ese nuevo poder.
Carme finaliza su intervención con una llamada a la necesidad de que los lideres y las líderes de la sociedad civil se comprometan con el servicio público. Ella es: independencia, trabajo y compromiso.